domingo, 24 de abril de 2016

Locura y ¿qué tal?




No, por favor, el gusto es suyo.-
 Locura, término bastante conocido y muy peculiar. ¿Qué nos dice? Sí, todo plasmado sobre una hoja digital que es subyugada por un teclado, también, bastante peculiar, que también es subyugado por una mente peculiar; sí, puede ser usted o yo. Filosofar, sí, todo esos términos pueden ingresar en este blog, después de todo la entrada habla acerca de la locura. Y esto es lo que es.
 Muchas veces, por no decir "la mayoría", solemos determinar a la locura como una enfermedad, o un malestar el cual padecen aquellos pobres que la poseen. ¿Pero de qué locura hablamos entonces? ¿De la locura como enfermedad o de la locura como la cura? Puede que sí, debe que sí, de la locura que todo lo cura.
Sí, dos tipos de locura... esa enfermedad, y aquella del alma, esa que actúa como un remedio; esa locura que nos hace reír, reflexionar, de vez en cuando llorar, pero de un modo consolador. De aquella que nadie quiere escapar. Es que este tipo de locura del alma va más allá, mucho más allá. Y sí, también viene de más allá, mucho más allá. Del interior, y éste, ¿qué límite tiene? No, ninguno cuando de explorar se trata. Aquí va la locura, o de allí viene, de explorar, de explorarlos, de explorarnos. Podemos descubrir muchas más cosas de las que ya están en la superficie, internándonos en el encuentro, ¿qué tal?
Porque realmente hay que tener locura del alma para sacar belleza de tanto caos. Al fin y al cabo nada es tan malo, y no depende de donde se mire. Nada es tan malo, porque siempre va a estar la locura del alma ganando el ring a la realidad terrenal.

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