martes, 7 de junio de 2016

VOLUNTAD


 ¿Qué es la voluntad?
Voluntad es aquello que nos impulsa. No importa cuánto hayamos querido o no querido. Puede que no queramos pero que si sepamos que un futuro será si actuamos hoy. De eso se trata la voluntad: el impulso que te lleva más allá.
Su archi enemiga: la pereza. Ella siempre juega una mala pasada. Ella nos quiere estancados, nos quiere muertos en nosotros mismos. De esto se trata también, ¿quién gana la batalla? Y, para que la batalla se gane, se tiene que comenzar. Qué paradójico el hecho de que es también la voluntad quien empieza la batalla: La voluntad empieza la batalla en contra de la pereza, para ganarle, por lo que encontramos que la voluntad ya ganó; demuestra ser más fuerte (ella inicia, ella tiene iniciativa, ella tiene ansias de más).- 
Pero esto no pasa en todos los casos. La voluntad es fuerte en sí misma, pero depende de nosotros desarrollarla para, que en algún punto, surja su autonomía, para iniciar la batalla. Qué paradójico que inicie la batalla para la cual quiere ganar, cuando ya ganó siendo fuerte para iniciar la batalla; pero esto, cuando tiene cierta autonomía.
Desarróllala, y verás cuán fuerte se torna.- 

-No se trata de deseo inmediato, sino de posesión futura-

 

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martes, 24 de mayo de 2016

El amor, el amor...


En primera instancia quiero aclarar que el texto expuesto en posterioridad es de Dante Gebel, quien ha escrito varias obras. A continuación, un mensaje corto y claro acerca del amor.
Personalmente, encontré verdad en este texto.-
 “Todo se trata de volar”
Es válido preguntarte si estás enfermo o solo es una sensación de malestar. También podrías dudar acerca de si tienes ganas de almorzar o solo comerte una barra de cereal. Pero no puedes dudar si amas o no. Si aún dudas, es porque aún no amas, punto, el asunto es así de pragmático y lineal. De igual modo, hoy se me ocurrió enumerar de manera desprolija, solo algunos síntomas que deberías padecer, para saber si esa persona logró meterse en tu alma y adueñarse de tu corazón.Cuando amas de verdad y miras a sus ojos, todo a tu alrededor se detiene y deja de existir.Cuando amas profundamente, sueles tener esas conversaciones que no quieres terminar, pero que tampoco sabes cómo seguir.Cuando amas, quisieras estar cerca de esa persona para protegerla y cuidarla toda la vida. Y si no lo puedes hacer, no hay un solo minuto en que no pienses en cómo estará; solo quieres que sea muy feliz, aunque no estés a su lado.Cuando amas de verdad, simplemente dices: “Estoy feliz, no me preguntes por qué, cuando existe un por quién”Cuando amas de verdad, te quedas mirando a esa persona y te das cuenta que cada día te gusta más y serías capaz de cualquier cosa con tal de pasar toda una tarde charlando, riéndote de tonterías o tomando un café en silencio, juntos. Después de todo, son los pequeños detalles, los que realmente enamoran.Enamorarte en serio es cuando de repente llega ese alguien de la nada y te hace indispensable hasta el más sencillo saludo de buenos días; deseas su sonrisa cómplice, un simple gesto de cariño, el más efímero abrazo, porque el más mínimo de los detalles te importa, y mucho.Aunque te cueste creerlo, existe esa persona que entra a tu vida y se adhiere a tu alma de manera permanente; menos que eso, no califica como amor.Aun cuando crees que has perdido todo, siempre aparece esa persona que te ofrece todo lo que creíste perder, y terminas convenciéndote que no se puede renunciar a aquello en lo que no dejas de pensar todos los días. Recuerda que el corazón no muere cuando deja de latir, muere cuando los latidos no tienen sentido.En el caso que seas varón, vuelvo a repetirte que a una mujer hay que tocarle su corazón, no su cuerpo. Hay que robarle su atención, no su virginidad. Y hay que hacerla reír, no llorar.Así que, toma valor, llámala o escríbele y dile algo como: “Solo pasaba por aquí y me dieron ganas de quedarme toda la vida”“Sin ser lo que buscaba, terminaste siendo todo lo que necesito” “Una vez pensé que lo tenía todo hasta que te conoc픓Tenía todas las respuestas, pero me sonreíste y cambiaron todas mis preguntas”“No es que mi felicidad dependa de ti, sino que mi felicidad te incluye a ti”Y es así como sucede, que, de volar en soledad durante tantos años, no sabes cómo sucedió pero de la noche a la mañana, ya no concibes el hecho de viajar por tu vida, sin esa persona. Es así es como sucede, sencillo y básico. El amor no es aquello que queremos sentir, sino aquello que sentimos sin querer. Andabas caminando y terminaste por los aires sin darte cuenta.  
Si no estás volando, es que nunca te enamoraste.

martes, 10 de mayo de 2016

Identidad


La identidad es aquello que nos dice quienes somos, qué somos.
Veamos qué dice la Real Academia Española acerca de este término:
1- Circunstancia de ser una persona o cosa en concreto y no otra, determinada por un conjunto de rasgos o características que la diferencian de otras.
2- Conjunto de rasgos o características de una persona o cosa que permiten distinguirla de otras en un conjunto. 
Bien, la identidad es lo que nos permite ser quienes somos y no otra cosa. Aquello que nos hace estar seguros de nosotros mismos. Por ello es importante que tengas un determinado concepto de nosotros mismos, y pretender que éste no dependa de cosas superfluas,  sino que vaya mucho más allá. 
La identidad no puede depender ni determinarse por la élite, la clase social, el dinero o el poder. No. La identidad de una persona va mucho más allá del simple hecho de ser poseedor que "cosas materiales".
El sentido del "ser" es  muchísimo más importante, y eso es lo que, en realidad, nos permitirá ser en esencia. Diferenciarnos del resto, y no teniendo a esto como objetivo, sino principalmente para entender quienes somos, el sentido de la existencia, la hermosura de la existencia, ya que la identidad no está dependiendo de aquello que se va, sino de aquello que permanece...
 
 

    martes, 3 de mayo de 2016

    . . . ..El sentido de la vida.. . . .


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     El verdadero sentido de la vida. ¿Quién podrá saberlo? Afortunado de aquel, después de todo, de vivir se trata.
    Estamos aquí y ahora: HOY.
    Bien, ¿qué hacemos con ello? Muchas veces hacemos lo que pensamos resultará para determinado fin, pero, ¿por qué perseguimos ese fin? Otras veces no hacemos lo que pensamos no resultará o lo que pensamos será un obstáculo para determinado fin; pero de todos modos debe y hay un por qué detrás de ello.
    Pienso será un buen punto analizar acerca de  qué es la vida. Qué de estos escasos 80 años promedio que cualquier persona sobre la fas de la tierra puede "vivir". 
    Otro buen punto será el hecho de cuestionarnos si realmente tienen sentido esos 80 años promedios aislados, en medio de un mundo temporal. ¿Sólo vivo por 80 años que, pensándolo bien, no son en su totalidad color de rosas? ¿Realmente he venido a vivir o a sobrevivir? Y, ¿puede que sobreviva viviendo, o que solamente debo encontrar cómo VIVIR?
    Entre todas las propuestas parece bastante más interesante el último punto, encontrar cómo vivir. Y no estaríamos saliendo de nuestro planteamiento principal, el sentido de la vida, sino que será un complemento a ello.
    Podemos remitirnos a lo hermoso de vivir... No puede ser que solamente vivamos "80 años" y todo se acabe, no, sería incongruente, insípido,  incoloro.
    Sí está bueno plantearnos el hecho de qué hacer con esos 80 años en un tiempo más largo (-desde luego que estos 80 años tienen que servir para algo-). Como dijimos, sería algo muy inconcluso que solamente estemos aquí y ahora sólo por 80 años que luego se harán polvo volátil. No parece una buena idea; pero si podemos ubicarnos en ese tiempo más largo, en un período más largo de tiempo; eso sí suena interesante. 
    Pensémonos en una eternidad, ¿y  por qué en una eternidad? porque bien sabemos que muchos nos antecedieron y muchos vendrán luego de nosotros. ¿Y es que nuestro ser queda en la nada? No, debe tener re-valoración.
    Bien, y que es lo que acaba con la vida? La muerte. ¿Y qué hacemos con ella? ¿Matarla? Sí, es un buen punto, la cosa es que cuando matemos a la muerte sigamos viviendo y no que vivamos para o por esa muerte, en un lugar oscuro, como ella suele hacerlo en la mayoría de las ocasiones.  
    Definitivamente no vivimos "80 años" y luego todo se acabó. La vida continúa, y no sólo aquí en el planeta Tierra, sino en una eternidad de nuestro ser. Pero esa eternidad puede ser una buena eternidad o una mala eternidad. Personalmente, quiero pasar una buena eternidad y, definitivamente, mis decisiones en "80 años" aquí y ahora pesan para ello.
    No se trata de hacer buenas obras. No. Se trata de más, eso también es insípido e incoloro. Se trata de conocer y reconocer, es decir, de aceptar. Aceptar esa eternidad que es inaceptable no aceptar. 
    Entonces, para tener una buena eternidad no basta sólo con obras, sino con actitud de aceptación, de que hay una buena y una mala eternidad. La pregunta: ¿en qué eternidad queremos vivir -bien o mal, vivir.-? Bien, si es que queremos vivir en la buena, pues tenemos que matar a la mala, y eso aceptando lo que es inaceptable aceptar: Que hay una fuerza que nos lleva a realizar lo que no queremos, y otra que nos falta para realizar lo que queremos y sabemos que nos hace bien -no que nos gusta. [Que nos hace bien]-.
    Entonces debemos posicionarnos en el dueño de las eternidades y las fuerzas. Repito, esto se trata de aceptación.
    Así se puede resumir el sentido de la vida.. . . .
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    domingo, 24 de abril de 2016

    Locura y ¿qué tal?




    No, por favor, el gusto es suyo.-
     Locura, término bastante conocido y muy peculiar. ¿Qué nos dice? Sí, todo plasmado sobre una hoja digital que es subyugada por un teclado, también, bastante peculiar, que también es subyugado por una mente peculiar; sí, puede ser usted o yo. Filosofar, sí, todo esos términos pueden ingresar en este blog, después de todo la entrada habla acerca de la locura. Y esto es lo que es.
     Muchas veces, por no decir "la mayoría", solemos determinar a la locura como una enfermedad, o un malestar el cual padecen aquellos pobres que la poseen. ¿Pero de qué locura hablamos entonces? ¿De la locura como enfermedad o de la locura como la cura? Puede que sí, debe que sí, de la locura que todo lo cura.
    Sí, dos tipos de locura... esa enfermedad, y aquella del alma, esa que actúa como un remedio; esa locura que nos hace reír, reflexionar, de vez en cuando llorar, pero de un modo consolador. De aquella que nadie quiere escapar. Es que este tipo de locura del alma va más allá, mucho más allá. Y sí, también viene de más allá, mucho más allá. Del interior, y éste, ¿qué límite tiene? No, ninguno cuando de explorar se trata. Aquí va la locura, o de allí viene, de explorar, de explorarlos, de explorarnos. Podemos descubrir muchas más cosas de las que ya están en la superficie, internándonos en el encuentro, ¿qué tal?
    Porque realmente hay que tener locura del alma para sacar belleza de tanto caos. Al fin y al cabo nada es tan malo, y no depende de donde se mire. Nada es tan malo, porque siempre va a estar la locura del alma ganando el ring a la realidad terrenal.

    martes, 19 de abril de 2016

    Un día a la vez


     Así, de momento razonado, un día a la vez.-
     
    Es importante saber que debemos vivir el día a día. ¿Y por qué vivir el día a día? ¿Vivir el día a día? Debemos vivir de ese modo, el hoy, el ahora, ya que, si fuera de otro modo, nuestra mente estaría pensando en el pasado, en los problemas del pasado, en los dolores del pasado; o simplemente podríamos estar afanados por el mañana, por el futuro, un futuro cercano y/o lejano. En cómo y cuándo se resolverán nuestros problemas, cómo y cuándo voy a llegar a determinada meta, cómo y cuándo voy a llegar a ser y/o a hacer… de un u otro modo, consciente o inconscientemente, perdemos tantos momentos de un simple, sencillo y hermoso día, tan solo por no posicionarnos en él.
    Es importante que comencemos a entender que cada día es un regalo, y sí, es un regalo. Debemos comenzar a pensar en este día que estamos viviendo, que estamos recorriendo, ya que, como tanto se oye decir, “la vida es corta” y vale destacar que cada momento que pasa, pasa, no retorna. Suelo decir que, como dije,  el tiempo pasa sin retorno, el tiempo pasa y no vuelve. Es como la caída de una estrella fugaz, el tiempo simplemente se desprende de la vida, pasan las milésimas de segundo, para nunca más volver. Frida Calo dijo en algún tiempo: Cada “tic-tac” es un segundo de la vida que pasa, huye, y no se repite. Y hay en ella tanta intensidad, tanto interés, que el problema es sólo saber vivirla. Que cada uno lo resuelva como pueda.” Creo que estas palabras resumirían todo lo dicho anteriormente. El tiempo pasa y no tiene vuelta atrás, vale, realmente, más que el oro…
    No vivir en el pasado no significa olvidarlo, porque si el pasado se olvidara nunca aprenderíamos de él. La clave está en sanar el pasado. Lo que debemos hacer es leer nuestro pasado como una historia, no remota, sino reciente (quizá no en el tiempo, pero sí en nuestra mente), así como si estuviéramos leyendo un gran experimento científico, con tanta intensidad e inteligencia para llegar al meollo de la cuestión. Al pasado no debemos olvidarlo… sino sanarlo y superarlo. Aquí hay otro punto importante: superar el pasado no significa taparlo, eso sería como “ordenar un desorden”; y el desorden no se ordena, se desarma, para así armar el orden . Al pasado hay que analizarlo, primeramente, aceptando nuestros errores, para aprender de ellos; y en segundo lugar, perdonando, ya que todo el dolor que acumulamos en el corazón es basura, que día a día se pudre más, la cual puede estar en el container del rencor. Perdonar no es una acción de humillación, o si, quizá sí. ¿Y que si nos humillamos? Reconocer y dar más de lo que debemos nos hace mejores, más grandes… Aún cuando no seamos nosotros la causa de nuestro dolor… perdonar es quererse a sí mismo, es amor propio, ya que es quitarse un gran peso de encima; y no es un sentimiento, es una decisión, la cual luego se convertirá en alivio.
    El futuro. Todos (o la mayoría) solemos preocuparos por el mañana, en vez de ocuparnos. O quizá no todos sean personas ansiosas, o muchos seas personas preventivas, pero estoy segura que en la mente de la mayoría de las personas está el subconsciente planeando o proyectándose por el cómo, cuándo, dónde, la posibilidad o la falta de ella. Muchas veces estos pensamiento nos bombardean de modo tal que nos pasamos el día estando “con los pies acá, pero con la mente allá”, por lo que simplemente no logramos relajarnos ni prestarle atención al momento que estamos viviendo, ya sea un buen momento o un mal momento, ya que para todo necesitamos saber que estamos viviendo en el hoy.
    Está bueno y bien que seamos personas que nos proyectemos, que tengamos planes, desafíos, pero esto no significa que tengamos que estar afanados por ello.
    El día es hoy, y hay que vivirlo de la mejor manera, no pasarlo 
    Que no pase un día más, vivamos un día más,  un día a la vez.-

    miércoles, 13 de abril de 2016

    Espíritu de superación.-


    Espíritu de superación. Fácil de expresar, difícil de ejecutar -pero nunca se dijo que lo difícil sería imposible-. 
    Podemos decir que de eso se trata. Y, ¿a qué podemos llamar espíritu de superación? Podríamos decir que es esa fuerza interior, "arrasante", la cual logra derribar todo argumento de pereza para el logro de aquel objetivo tan anhelado. Así también podemos decir que el espíritu superador se gesta cuando hay existencia de un objetivo fuerte, determinado, decidido. No podemos ir en busca de aquello a lo cual realmente no anhelamos y, mucho menos, buscarlo con fervor. 
    El cuis de la cuestión radica en que, a pesar de tener un objetivo fuerte y determinado, también tenemos trabas fuertes y determinadas. No todo es camino de rosas y, en todo caso, las rosas también tienen espinas. Todo tiene se esfuerzo; es aquí que podemos diferencias a dos tipos de personalidades: aquellas personas que tiene un objetivo fuerte y determinado, el cual tiene sus espinas, pero, no deciden tomar la tijera podadora para arrancar lo lastimoso, lo que produce dificultad para tomar la rosa. Y aquellas personas quienes tiene un objetivo fuerte y determinado, una rosa, sí, la cual también tiene sus espinas, pero ellos realmente quieren tomar la rosa, apoderarse de ella, y con las espinas no se puede, ya que lastiman; pero estas personas van es busca de una tijera de podar, o, inclusive, la sacan de su bolsillo, porque ya la traen con ellos (no es la primer rosa de la cual se quieren apodar...); y no sólo eso, sino que comienzan a arrancar las espinas de la rosa, y ellos sí, obtienen la rosa, se apoderan de ella. Culminaron su labor y llegaron a su objetivo. 
    De eso se trata, no es "si te gusta el durazno, aguantate la pelusa"; es "si queres tomar poseción de la rosa sin lastimarte, sacale las espinas, y apoderate de la rosa". 
    El espíritu de superación va mucho más allá de los obstáculos, y se gesta con el entusiasmo, la motivación y la debida estima."Si otros pueden, yo puedo, e inclusive si otros no pudieron, yo podría, no voy a dejar de intentarlo, puedo llegar más alto".
    Es una fuerza interior mucho más poderosa que la fuerza interior... Es una lucha de mi yo contra mi yo, es mi pereza contra mi determinación, es que la determinación debe ser más fuerte, la fuerza más fuerte, esto es espíritu de superación.
     

    lunes, 4 de abril de 2016

    - Discriminación positiva y discriminación negativa -


    Discriminación positiva y discriminación negativa, bien, ¿a qué nos referimos con ello? Echemos un vistazo a las definiciones de "discriminar" y "discriminación":

    • Discriminar
    verbo transitivo
    1. 1.
      Dar un trato diferente a personas que merecerían recibir el mismo trato que otras de su género y que supone beneficiar a unos y perjudicar a otros sin más motivos que la diferencia de raza, sexo, ideas políticas, religión, etc.
    2. 2.
      Ver o percibir dos conceptos o dos realidades como diferentes.
    • Discriminación
    1. nombre femenino

      Trato diferente y perjudicial que se da a una persona por motivos de raza, sexo, ideas políticas, religión, etc.

    Podemos observar que podemos distinguir al término "discriminar" cómo percibir dos conceptos como diferentes, es decir, poder diferenciar, lo que no significa necesariamente que esta diferencia sea vista desde una perspectiva negativa, simplemente es distinguir, reconocer diferencias. Ejemplificación: Un niño juega con dos autos de juguete, los cuales pueden ser discriminados en azul y rojo.

    Por otro lado podemos entender como "discriminación" a las diferencias vistas de modo negativo, por lo que se tornan en perjudiciales.
    Ejemplificación: Aquella niña es discriminada por sus compañeros de clase, los cuales la dejan de lado, debido a su color de cabello.

    Ahora podemos hablar de manera entendida acerca de la discriminación positiva y la discriminación negativa.

    El punto está en encontrar a las diferencias como contenido enriquecedor -por supuesto, con sus excepcionalidades según el caso-. Está en poseer una postura lo suficientemente crítica como para poder observar objetivamente diferentes casos y, desde el lado del respeto, el derecho ajeno -el cual termina donde comienza el mío, o, visto desde un mejor lugar, mi derecho termina donde comienza el derecho ajeno- y  de las diferencias de personalidades, actos, pensamientos y conductas (los cuales poseen un porqué, un trasfondo uno y cada uno de ellos) poder ejercer una conducta justa respecto del otro. 

    Entonces podemos pensar que toda persona que ejerce una discriminación negativa sobre otra persona, no está correcta en su jucio, siempre y cuando su discriminación esté fundamentada en rencor, ira, odio, venganza, deseo de hacer sentir mal al otro sujeto; entendiendo por "discriminación negativa" a la diferenciación de un sujeto hacia otro en cuanto a la superioridad, creemos que de eso se trata. Si fuéramos aún más profundo podríamos encontrar que la discriminación negativa se puede deber a dos factores, los cuales pueden ser uno sin el otro o pueden estar directamente relacionados:

    El hecho de tener deseo intenso de hacer sentir mal a la otra persona/grupo
    El hecho de tener una baja-autoestima por lo cual se requiere a hacer sentir menos al otro, así se logra una "satisfacción" de superioridad.
    Intentar ser superior al otro destacando o tornando sus diferencias en negativas -cuando en el hecho concreto no lo son- para sentir sensación de superioridad y, sumado a ello, hacer sentir mal al otro.

    En conclusión podemos definir que, en uno y cada uno de los casos, como personas decentes, justas y necesariamente contempladoras desde el lado del respeto -que perfectamente  puede ir ligado con el amor en general- no debemos discriminar desde la definición de diferenciación negativa para sentirnos superiores y/o hacer sentir mal a la otra persona por un intenso deseo de maldad, sino que debemos ejercer una discriminación positiva en cuanto a reconocer diferencias (aunque puede que estemos de acuerdo o no con ellas). Si no se está de acuerdo con las diferencias que se presentan en cuanto a mi vida y/o punto de vista y la vida y/o punto de vista de la otra persona, no necesariamente debo ejercer una discriminación negativa. Esto simplemente es para aquellos que, entendidos o no entendidos en el caso, poseen un problema personal reflejado en el trato social, cuyo problema debe ser sanado (respecto del problema personal que tiene la persona que ejerce discriminación).

    Decidámonos por una discriminación positiva, sea o no que exista un acuerdo con las diferencias. Entre todos podemos crear mejores tratos sociales.-